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¿Existe el Castillo de Drácula en Transilvania, Rumania?

El castillo de Bran es una fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, que goza de gran atractivo turístico por su relación con la novela de Bram Stoker: El conde Drácula. Este es el castillo de Drácula. Al menos, cumple con todos los requisitos: almenas misteriosas, paisaje de cuento y mucho misterio!

Situado cerca de Braşov en Transilvania, en los montes Carpatos, es un monumento nacional y uno de los puntos clave del turismo rumano, si bien su valor estriba en su antigüedad y arquitectura y no en su vínculo con el personaje del conde Drácula, que es ficticio. Por otra parte se sostiene que Vlad III Drăculea, el personaje histórico real en el que se inspiró Stoker, jamás estuvo en este castillo, y que su verdadera fortaleza fue el Castillo de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.

Rodeado de bosques, ríos y valles, la naturaleza más salvaje hará que escuchemos los aullidos de los lobos por la noche, aunque no sabremos si es real, o fruto de nuestra imaginación.

El castillo de Bran suele ser conocido como el castillo de Drácula, aunque en realidad no es así. Según cuentan, el autor de la novela de Drácula se pudo inspirar en la figura de un personaje real: Vlad III en empalador, también conocido como Vlad Tepes o simplemente Vlad Draculea. Este personaje, que fue príncipe de Valaquia, luchó contra el avance de los turcos hacia centro Europa y se caracterizó por empalar vivos a sus enemigos. Esta figura real pasó poco más de una noche en el castillo de Bran.

Este castillo es famoso por la creencia de que había sido el hogar del Vlad Draculea Vlad el Empalador en el siglo XV. Sin embargo, no hay evidencias de que el Vlad viviera allí en persona y, según la mayoría de versiones, el Empalador pasó sólo dos días en el castillo, encerrado en una mazmorra, cuando la región estaba ocupada por el Imperio otomano.

El castillo está abierto para los turistas, quienes pueden ver el interior solos o una parte de él con tour guiado. En el exterior del castillo hay ejemplos de tradicionales casas rumanas.Luego de terminada la Primera Guerra Mundial, en 1920, se firmó el Tratado de Trianon, donde la región de Transilvania fue cedida al Reino de Rumania, y con esto, el castillo de Bram pasó a pertenecer a la administración rumana.

En una publicación de la revista Forbes de Estados Unidos, el castillo fue valorado en 140 millones de dólares, cantidad justificada por los expertos debido a los ingresos que podría proporcionar este edificio histórico como foco turístico. Pero los propietarios actuales y las autoridades insisten en rechazar el mito de Drácula, y prohíben explotar el castillo como parque temático sobre este personaje, lo que le resta mucho de su atractivo.

De arquitectura gótica, la edificación cuenta con numerosos elementos medievales que se conservan en el museo ubicado en su interior.

Si eres fuerte de espíritu y no te amedrentas fácilmente con las leyendas que circulan en torno a esos lugares considerados malditos, te invitamos a que descubras el castillo de Bran, en Transilvania, cerca de Braşov, la edificación que inspiró a Bram Stoker para ambientar su fantástica novela: “Drácula“.

En el siglo XIV, el castillo formaba parte de un complejo de ciudadelas de frontera. El primer certificado de la ciudadela de Bran data del 19 de noviembre 1377.Construido en 1378 sobre la cumbre de una roca, el Castillo de Bran fue torre de defensa y control del camino comercial que conectaba la provincia Valachie y Transilvania, punto de aduana, residencia real y hoy museo de historia y arte feudal.

El castillo, que fue posesión de la Princesa Eliana de Rumania, la cual lo heredó de su madre, la reina María, fue incautado por el Gobierno comunista de Rumania en 1948. Durante muchos años fue cuidado irregularmente, pero tras la restauración de los 80 y la Revolución rumana de 1989, pasó a ser un destino turístico.

Escrito por: Stefany Cisneros

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